En un mercado lleno de opciones, los consumidores tienen acceso a una amplia variedad de productos y marcas para elegir. Cuando varias empresas ofrecen servicios similares, cambiar de una a otra se vuelve sumamente sencillo. Para destacar en este entorno competitivo, una estrategia efectiva es definir uno o varios perfiles de cliente ideal, lo que permite atraer, calificar y concentrar los esfuerzos de venta en prospectos con un alto potencial de conversión.
El cliente ideal es aquel perfil definido por una empresa o negocio que engloba las características y desafíos específicos que su producto o servicio está diseñado para resolver. En otras palabras, es una persona con altas probabilidades de convertirse en cliente, ya que existe una gran afinidad entre sus necesidades y lo que la empresa puede ofrecer.
